viernes, 22 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.com (del inglés commercial, comercial) es un dominio de internet genérico que forma parte del sistema de dominios de internet. El dominio .com es uno de los dominios originales de internet, fue establecido en enero de 1985 y actualmente es manejado por la compañía VeriSign.
El término puntocom o punto com ha pasado a designar genéricamente en el lenguaje coloquial y de los negocios a las compañías que generan la mayor parte de su actividad económica desde internet.
Los dominios .com fueron creados para utilización comercial, sin embargo, actualmente no existen restricciones particulares para el registro de nuevas direcciones. En los años 1990, .com se convirtió en el dominio más frecuentemente utilizado para sitios web, especialmente los de uso comercial. La introducción del dominio genérico .biz, restringido a negocios, no ha tenido mayor impacto en la popularidad de .com.
Si bien cualquier compañía en el mundo puede registrar un dominio .com, muchos países tienen dominios de segundo nivel con propósito similar. Los nombres de esos dominos llevan nombres de la forma .com.xx donde xx es el nombre del correspondiente país. Algunos ejemplos son Costa Rica (.co.cr), Australia (.com.au), Colombia (.com.co), Reino Unido (.co.uk), Argentina (.com.ar), México (.com.mx), Nueva Zelanda (.co.nz), China (.com.cn), Japón (.co.jp), España (.com.es), Venezuela (.com.ve), Perú (.com.pe), Guatemala (.com.gt) y Cuba (.com.cu).
Históricamente las tecnologías han sido usadas para satisfacer necesidades esenciales (alimentación, vestimenta, vivienda, protección personal, relación social, comprensión del mundo natural y social), para obtener placeres corporales y estéticos (deportes, música, hedonismo en todas sus formas) y como medios para satisfacer deseos (simbolización de estatus, fabricación de armas y toda la gama de medios artificiales usados para persuadir y dominar a las personas).
A pesar de lo que afirmaban los luditas, y como el propio Marx señalara refiriéndose específicamente a las maquinarias industriales,[1] las tecnologías no son ni buenas ni malas. Los juicios éticos no son aplicables a las tecnologías, sino al uso que hacemos de ellas: un arma puede usarse para matar a una persona y apropiarse de sus bienes o para salvar la vida matando un animal salvaje que quiere convertirnos en su presa.
Las tecnologías, aunque no son objeto específico de estudio de la Economía, han sido a lo largo de toda la historia y son actualmente parte imprescindible de los procesos económicos, es decir, de la producción e intercambio de cualquier tipo de bienes y servicios. Desde el punto de vista de los productores de bienes y de los prestadores de servicios, las tecnologías son el medio indispensable para obtener renta. Desde el punto de vista de los consumidores, las tecnologías les permiten obtener mejores bienes y servicios, usualmente (pero no siempre) más baratos que los equivalentes del pasado. Desde el punto de vista de los trabajadores, las tecnologías disminuyen los puestos de trabajo al reemplazarlos crecientemente con máquinas. Estas complejas y conflictivas características de las tecnologías requieren estudios y diagnósticos, pero fundamentalmente soluciones políticas mediante la adecuada regulación de la distribución de las ganancias que generan.
Cada cultura distribuye de modo diferente la realización de las funciones y el usufructo de sus beneficios. Como la introducción de nuevas tecnologías modifica y reemplaza funciones humanas, cuando los cambios son suficientemente generalizados puede modificar también las relaciones humanas, generando un nuevo orden social. Las tecnologías no son independientes de la cultura, integran con ella un sistema socio-técnico inseparable. Las tecnologías disponibles en una cultura condicionan su forma de organización, así como la cosmovisión de una cultura condiciona las tecnologías que está dispuesta a usar.
En su libro Los orígenes de la civilización el historiado Vere Gordon Childe ha desarrollado detalladamente la estrecha vinculación entre la evolución tecnológica y la social de las culturas occidentales, desde sus orígenes prehistóricos. Marshall McLuhan ha hecho lo propio para la época contemporánea en el campo más restringido de las tecnologías de las telecomunicaciones.[
1 comentario:
ola
bueno solo pasaba a visitar
su pagina creo k esta genial
ya que esto nos
ayuda en nuestra
personas gracias por su informacion me servira
de mucho
bye se cuidan niños
atte:LUPITA
Publicar un comentario